El Grifón Astur-Cántabro es en cierta manera una «bestia mítica» , de hecho no se encuentra descripción alguna de él en ningún sitio. Curiosamente están localizados en toda España y más principalmente en el noroeste. Cada cazador reconoce al instante este animal al oír hablar de él. Todos coinciden en que estos perros son ideales para seguir el rastro del jabalí. Es cierto que no hay una descripción homogénea de esta colorida raza pero todos ellos comparten unas características comunes.
El noroeste de España, especialmente Asturias, Cantabria y algunas partes de Galicia, donde el terreno es montañoso, duro y de difícil acceso, y donde el cultivo del terreno así como la existencia de granjas, es escaso, es la región donde más grifones pueden encontrarse. Hasta la segunda mitad del siglo XX, la zona estaba muy aislada del resto de España debido a las altas cordilleras que la envuelven, separándola de la Meseta. La zona viene caracterizada por un clima suave y templado, atlántico, con inviernos a menudo cortos y no muy duros, comparables con los inviernos de Irlanda o de las Islas del Canal. Todo ello convierten la zona en un espacio ideal para el jabalí, cuya población puede incrementarse a gran velocidad. Para los habitantes de la zona, la llegada de un grupo de jabalíes a sus tierras supone la destrucción de sus cultivos para todo el año, y consecuentemente, supone la pérdida del alimento para todo ese año, tanto para el humano como para su ganado. Es por esto que se ha buscado a lo largo de la historia la raza de perro ideal para frenar al jabalí.
Lo que se necesitaba encontrar era un perro todo terreno, todo tiempo y para toda estación. Un perro adecuado para trabajar en los áridos campos y en clima desapacible, una raza más adecuada que el Sabueso Español. Cuando a finales de la década de los 50 del siglo pasado la zona empezó a estar mejor comunicada con el resto de España- y con ello, con el resto del mundo- los cazadores empezaron a importar todo tipo de grifones desde Francia, Suiza y otros países en su afán de conseguir el cruce perfecto, cruzandolos con el Sabueso Español. Entre ellos hay muchos tipos y clases como por ejemplo el Azul de Gascuña, el Leonado de Bretaña, todas las variedades del Grifón Vendeano, Nivernés, y también unos cuantos pequeños sabuesos de Jura suizos o el Rauhaariger Berner Laufhund. También ha habido algunos casos de cria de Spinone Italiano.
El resultado es un pupurri colorido en el que se pueden observar mezclas de muchos grifones. El grifón Astur-Cántabro normalmente tiene una alzada hasta la cruz de 50-55 cm – lo cual es demasiado bajo para un grifón Nivernés y demasiado alto para un Basset Grifón Vendeano- A veces tienen el aspecto exterior de una raza en concreto pero el tamaño de otra. Lo que todos tienen en común es su carácter amable, inteligente y muy amistoso. En España aun son vistos como animales no aptos para estar en familia ya que llevan colgada la etiqueta de «perros de caza», aunque no lo sean. Son perros rastreadores y están acostumbradisímos a vivir en manada. Su carácter extremadamente sociable los hace ideales para vivir en familia con niños y con otros animales, como conejos o gatos. No suelen tener ningún problema de convivencia.
La sangre de sabueso que corre por sus venas les confiere un carácter tenaz, pueden trotar detrás de una pieza durante más de 5h sin parar. Su tamaño es a menudo la herencia del sabueso español, con un cuerpo ligeramente más largo y unas piernas algo más cortas. Su ladrido a menudo nos recuerda también al del sabueso. El pelo largo de la grupa hace que el grifón Astur-Cántabro pueda moverse fácilmente a través de los matorrales y las zarzas- y cuando el Astur-Cántabro tenga en sus venas sangre de basset, sangrará con mucha menor facilidad cuando se enganche con espinas o ramas. Un buen grifón Astur-Cántabro seguirá un rastro bajo cualquier circunstancia, haya nieve, en el fondo rocoso de cualquier cuenca de río, en un bosque tupido, a través de zarzas y matorrales- nada para a un Astur-Cántabro…
Un solo grifón acompaña al cazador atado con una larga cuerda cuando inician el rastreo. Éste le llevará hasta donde haya un grupo de jabalíes durmiendo. Una vez lo encuentran, vuelven a por los otros perros los cuales seguirán el mismo camino y harán salir despavoridos a los jabalíes. Normalmente el Astur-Cántabro esta familiarizado con el jabalí desde una temprana edad y su adiestramiento para seguir el rastro empieza en sus primeros meses de vida, momento en el que también aprenden a discernir que rastros seguir y cuales no. A menudo están plenamente capacitados para seguir rastros a la edad de 6/8 meses y ya podrán rastrear y cazar solos o en pequeña manada.
Un grifón Astur-Cántabro que haya sido entrenado para hacer este trabajo, aprende que se le está totalmente permitido tirar de la correa.. También aprenden que lo único que deben seguir es el rastro del jabalí. Naturalmente no todos los grifones son igualmente aptos para este trabajo, por lo que muchos son abandonados o son encontrados vagando después de haber sido desechados… Algunas veces ocurre también que simplemente no vuelven al dueño al finalizar la caza, lo cual demuestra que no sirven para el trabajo y el dueño no se molesta en buscarlos ni en pagar lo que cuesta sacarlos de una perrera si van a parar allí.
Una vez en la perrera o refugio, estos animales pasaran ahí probablemente el resto de sus días, o son eutanasiados ya que tienen muy pocas probabilidades de salir adoptados. Es por este motivo que los grifones en general no son una raza muy conocida entre la población que no se dedica a la caza. En España especialmente, son considerados una raza de caza y poco más. Mucha gente cree que no son válidos como compañeros en familia- aunque la verdad sea todo lo contrario, tal y como hemos comprobado por experiencias propias y tal y como la gente empieza a comprender, aunque de manera muy lenta.
Hay una serie de cosas sin embargo que necesitan tenerse en cuenta al hablar de estos perros
En primer lugar, muchos grifones desean tener compañía, siempre. Ya sea humana, de otro perro, o de cualquier otro animal! Normalmente no llevan bien lo de estar solos (aunque siempre hay excepciones). Esto se debe a que son sabuesos en el sentido mas exacto de la palabra, y por tanto, gregarios. Los sabuesos siempre han vivido en pequeños grupos, durante toda su historia- la cual se remonta a unos 6mil años. No estan acostumbrados a estar solos, especialmente si han crecido con un cazador y no en una familia donde son entrenados desde muy jovencitos. Su grifón puede ser el primero de una larga lista en embarcarse en una exitosa aventura como perro de familia, en lugar de ser un perro de caza. Si se deja solo en casa largo tiempo, pueden ladrar fuertemente o rebajar su aburrimiento y frustración pagándolo con los cojines, zapatos u otros objetos de la casa. Esto se etiqueta bajo el nombre de «ansiedad por separación» y en la mayoría de los casos es fácilmente solucionable encontrándole un compañero. También es necesario por supuesto educarlo desde los primeros momentos en casa.
Al haber sido entrenados como perros de caza desde muy temprana edad, verse con la correa puesta significará para él tener que liderar el paseo. Pueden ser grandes «tiradores» de la correa. Si añadimos a esto su potente nariz, uno tiene que prepararse para unos paseos zigzagueantes. Algunos habrán aprendido a caminar correctamente con la correa mientras han estado en el refugio, pero con muchos otros se necesitará un poco de educación y entrenamiento para enseñarles a no tirar. Y se puede conseguir! Lo único que se necesita es entrenamiento y tiempo.
Una tercera cosa a tener en cuenta es que estos perros tienen una potente nariz, y no sólo eso, son una nariz con patas! Toda su constitución, su gran nariz, sus largas orejas, sus ojos caídos, su papada, sus grandes cabezas: todo ello son características que contribuyen a sus extraordinarias capacidades olfativas. Cuando están sin correa, suelen seguir su nariz y los rastros que ésta localiza. Hay que entrenarlos para acudir a la llamada, enseñarles que la manada debe ser su prioridad así nunca perderán de vista al dueño, llevarlos también a un curso de rastreo donde el humano aprenderá a tratar este aspecto de su perro. También es bueno familiarizarlos con el máximo posible de animales. Una vez que vean a los demás animales como algo normal en el mundo que los rodea, la necesidad de rastrearlos normalmente desaparece.
Una buena cosa es que probablemente estos perros ya vienen entrenados para rastrear solamente los jabalíes y enseñados por tanto a no hacer caso a ningún otro animal. Por otra parte, un grifón Astur-Cántabro que acaba en un refugio, normalmente se debe a que no es bueno rastreando. También puede ser que lo abandonaran por no seguir los rastros correctos, pero más a menudo son perros no interesados en la caza. Aún con todo, son perros a los que les gustará usar su nariz para jugar aunque sea. Les encanta que les escondan comida o su juguete preferido y ellos tener que buscarlo!
Los grifones españoles, especialmente el Astur-Cántabro, son todavía hoy día un grupo de perros totalmente olvidados, para los cuales no hay grupos de rescate ni organizaciones específicas. Por lo tanto, queremos y consideramos que debemos promocionar y hacer visibles estos peludos, amables y maravillosos perros. También queremos proporcionar la máxima información sobre ellos para darlos a conocer a cuanta más gente mejor, lo cual pensamos que puede resultar en más adopciones. En esta página presentamos grifones que necesitan adopción y naturalmente queremos ofrecer nuestra ayuda para mediar en el proceso.